Con el auge del skincare como algo necesario dentro de la rutina diaria, cada vez nos llegan más productos que sirven para completar esta rutina y hacerla más eficaz. Dejando de un lado la importancia de los ingredientes que componen los productos que utilizamos en nuestra rutina, ya no solo nos fijamos en el qué, sino también en el cómo.

La manera en la que aplicamos los productos hace mucho dentro de nuestra rutina facial y de los resultados que podemos obtener.  Un masaje hacia arriba, de dentro afuera, alisando líneas y arrugas y drenando hinchazón y bolsas, multiplica su eficacia. Es por eso, que los utensilios del skincare están cogiendo cada vez más relevancia.

Esta tendencia comenzó con los rodillos de jade, y continuo con el Gua Sha, hasta llegar al producto del que venimos a hablaros: los globos helados.

Todos ellos son productos de características similares en cuanto al masaje que se ejerce en la piel, y los beneficios que este acarrea, pero se le atribuye a este producto una característica diferencial. Los globos masajeadores tienen un poder descongestivo mayor debido al frío que transmiten. Estos relajan, calman y refrescan la piel del rostro.

Los globos masajeadores helados:

Se tratan de dos esferas rellenas de líquido que tienen un palito aplicador que facilita su uso. Lo suyo es guardarlos en la nevera, ya que si no se han enfriado antes de pasarlos por el rostro solo se aprovecha el 50% de sus beneficios: poder descongestivo, antiinflamatorio y de drenaje linfático.

Estos globos no únicamente estimulan la microcirculación permitiendo la llegada de nutrientes a nuestras células, también drenan y reducen la inflamación, incluso en áreas tan delicadas como la del contorno de ojos.

También son capaces de relajar la tensión muscular que se produce en el rostro, de la que muchas veces no somos conscientes, y que causa arrugas sumamente profundas. Además, pueden trabajarse sobre sérums o cremas para potenciar así la capacidad de permeabilidad y penetración de los productos, optimizando el rendimiento de los mismos”

Cómo y cuándo usarlos.

Para emplearlos, debes tener la piel limpia y, es aconsejable que apliques previamente sérum, aceite facial o crema, y de esta manera multiplicarás sus resultados.

La clave para deslizar correctamente esta herramienta es dirigirla siempre desde el interior del rostro hacia el exterior, y no al contrario. Comienza desde el mentón con movimientos ascendentes hacia el pómulo, ejecutando de 3 a 5 veces cada movimiento. Luego desde las aletas de la nariz hacia fuera, repitiendo también de 3 a 5 veces. Y en la frente haz movimientos en sentido ascendente y en horizontal

Lo ideal sería utilizarlos una o dos veces al día, aunque haciéndolo dos veces por semana ya se notarían los efectos en la piel. También está genial que recurras a ellos justo antes de maquillarte para una ocasión especial.

Por último debes saber que, dependiendo de cómo muevas los globos sobre tu rostro, puedes obtener diferentes beneficios. Hay movimientos más suaves y superficiales que están más enfocados al drenaje linfático. Estos se encargan de mover la linfa y eliminar toxinas y deberían comenzar con puntos de presión, ligero bombeo desde la clavícula hasta la parte superior del rostro, y posteriormente lisajes suaves del centro del rostro hacia el exterior, para eliminar la linfa que hemos ido estimulando y así apreciar un efecto antiinflamatorio inmediato. Pero si lo que buscas es un efecto ‘lifting’, los movimientos en este caso tienen que ser ascendentes, suaves, pero profundos, para redibujar los volúmenes naturales del rostro y contornear, comenzando en el mentón y ascendiendo por toda la cara.

Y hasta aquí llegaría nuestra blog sobre los Globos Masajeadores, el nuevo «must» de la rutina facial.

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