Nos gusta oler bien, eso es un hecho, sabemos que es importante neutralizar los malos y potenciar los buenos, pero ¿realmente sabemos que los olores pueden ser terapéuticos? ¿somos conscientes de los efectos que puede tener la aromaterapia en nuestro organismo o en nuestro estado de ánimo?
El poder de la Aromaterapia
Desde tiempos ancestrales, que nos hacen remontarnos al antiguo Egipto, se valoraron los aceites esenciales extraídos de las plantas y sus propiedades que estimulan y se convierten en un elemento de bienestar con capacidad para mejorar la salud tanto física como mental.
El sentido del olfato está unido a nuestras emociones ya que actúa directamente conectado al cerebro, así como a otros muchos estímulos como el sueño, la sensualidad, la sed o la memoria.
Cuando olemos, evocamos la memoria emocional y eso convierte a las esencias en potentes agentes terapéuticos capaces de cambiar nuestro estado de ánimo, relajarnos, equilibrar nuestro organismo o actuar como potentes antidepresivos, afrodisíacos y estimulantes.
Aceites Esenciales, Fórmulas Magistrales
Pero además de las emociones, se ha probado la efectividad curativa de algunos de estos aceites para determinadas dolencias.
- Aceite del Árbol de Té : Este «arbolito» es un remedio tradicional de los aborígenes australianos con propiedades anti-infecciosas, antifúngicas, antibacterianas y antivirales usados habitualmente para problemas cutáneos desde el acné hasta la caspa.
- Aceite de Rosa Mosqueta: Empleado para estados de inestabilidad emocional, trastornos del sueño, problemas menstruales y problemas cutáneos como la deshidratación, manchas o despigmentación
- Aceite de Albahaca: Funciona tradicionalmente como antidepresivo, contra el dolor de cabeza y para paliar problemas respiratorios.
- Aceite de Jazmín: Un potente afrodisíaco que además funciona como tonificante para contracturas musculares y articulares.
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